Bolivia es un país precioso rico en cultura y hermosos paisajes.
Uno de los buenos lugares a visitar en este país es copacabana.
Un pequeño poblado a la ribera del Lago Chica-Caca y que esta a 3.841 mts de altura.
Para no padecer y “apunarse” por la altura los mismo bolivianos aconsejan mascar la hoja de coca.
La urbe se monta sobre el cerro “El Suplicio” que es un sitio turístico con una vista increíble a toda la isla y paisajes alrededores.
Afirma el mito que entre más te cueste subir a la cima, más pesada la cruz que llevas sobre tu espalda.
Algo muy religioso como asimismo lo es el país que festeja carnavales de ese estilo en todo el país que son una auténtica celebración de agua y espuma que si no te sostienes alarma acabas empapado.
En el mismo poblado puedes recorrer sus calles, tiene una iglesia enorme y imponente, puedes hacer travesías por todo el borde del lago y además de esto tomar una lancha cara la Isla del Sol, que esta a una hora de copacabana.
Allí puedes hacer una travesía de la isla de norte a sur en unas cinco horas para los pero aventureros y los costes de alojamiento son afines, realmente en todo bolivia es de esta manera.
Así que motivate a conocer este preciosos país a llenarte de su cultura y su cálida gente, esta medianamente cerca y es muy barato.
Una recomendación, si van en la época de enero y febrero lleven una buena chaqueta por que les tocara el renombrado invierno boliviano, donde el día amanece con un bello sol y al atardecer tienes lluvias con tormenta eléctrica.
A riberas del imponente Lago Titicaca se levanta la pequeña copacabana.
Esta paradisíaca población, de nombre sugerente, hace las veces de cobijo a mochileros internacionales y artesanos sudamericanos.
Además de esto, es una genial base para explorar las fantásticas islas del lago, cuna de la civilización inca.
Nuestra recomendación, sin duda, es la Isla del Sol, un paraíso mochilero.
EL MAGNETISMO DE LO COTIDIANO
Unas pocas calles sucias suben la ladera desde la ribera.
Los hostales, restoranes y bares turísticos lo ocupan todo en las cuadras primordiales del pueblo al tiempo que, a las afueras, los oriundos del sitio pueblan edificios de 2 o bien 3 plantas de ladrillo visto y hormigón.
Pudiese parecer un pueblo boliviano cualquiera, mas la verdad es que copacabana tiene un encanto singular.
La primera cosa que llama la atención es el enorme lago Titicaca, el más alto que se puede navegar en el planeta, situado a tres mil ochocientos msnm.
Y es que semeja que uno está en una playa frente al océano mas, allí en la distancia, en el horizonte, la cordillera nevada se asoma entre las nubes obsequiando un paisaje único en el planeta –especialmente al atardecer.
Y probablemente esto sea lo que atrae a tantos turistas y viajantes de todas y cada una partes, mas hay algo más.
Algo hace imantado a este sitio y hace que la gente se quede semanas, aun meses.
Probablemente es la posibilidad de parar a reposar en un entorno sosegado, sin la hostilidad del tráfico, el peso en la espalda o bien las prisas del viaje.
Quizá sea por el hecho de que copacabana ofrece al viajante una suerte de cotidianidad que la hace agradable.
Algo como una vuelta, de alguna forma, a un sistema de vida estructurado en el que no hay que hacer cada 3 días la mochila y partir cara otra parte.
La monumental Catedral de copacabana no cuadra mucho con el resto del pueblo.
Gente de toda la provincia asiste con sus carros a fin de que sean bendecidos
Pobladores de todas y cada una de las localidades de alrededor, llegan día a día para bendecir sus carros.
Cada uno de ellos se busca la vida como puede.
Los artesanos pueblan la calle primordial, conviviendo en armonía con viajantes que atraen clientes del servicio a los restaurantes a cambio de comida y posada.
Ciertos deambulan asimismo por las calles ofertando hamburguesas veganas o bien brownies mágicos.
Los músicos se pasean guitarra en mano buscando algún sitio donde entonar sus armonías.
Y el resto, el resto solo se dejan seducir:
adquieren pulseras o bien aretes, llenan las viseras, comen pizzas de veinte dólares… Hay un sito para cada uno de ellos en copacabana.
copacabana y la Isla del Sol
El Titicaca es el lago navegable más alto del planeta, y es tan grande que no se ve la otra ribera.
Recuerda al mar, y es que cuenta con playas, calas, barrancos e inclusive olas.
Del lado boliviano, el sitio más conocido es copacabana, un pueblo muy turístico que se transforma en el punto de inicio para conocer la Isla del Sol, sitio en el que, conforme los Incas, se produjo el planeta, puesto que Manco Capac y Mama Ocllo brotaron de las aguas del lago para fundar el Tahuantinsuyo (el imperio inca).
Un monumento con sus figuras, representando el sol y la luna, nos recuerda este pasado de leyendas a riberas del Titicaca en copacabana.
A la Isla del Sol hay que ir y quedarse, singularmente si se marcha en pareja o bien con amigos.
La isla es pequeña, mas es un sitio en el que relajarse y conocer más sobre la cultura inca.
Como afirmaba ya antes, el Lago Titicaca semeja el mar por lo grande que es, y es en especial desde la Isla del Sol lugar desde donde se ve como tal.
Muy frecuentemente podría haber jurado estar en el Mediterráneo, por el azul del agua y la vista sobre los barrancos y el horizonte.
¡Ver de qué forma cae el sol al atardecer sobre el lago desde la zona norte de la isla es imperdible!
Y es que, en verdad, lo más interesante está en la zona norte.
Aparte del atardecer y los paisajes, acá se hallan las ruinas incas de la isla.
De entre ellas, lo más interesante es el templo Chinkana, que siginifica “laberinto”, puesto que sus pequeñas habitaciones forman una arquitectura muy compleja en la que es simple perderse.
Asimismo se resalta la mesa ritual y la roca sagrada, donde se puede ver la cara del Dios Viracocha tallada de forma natural en la roca.
Lo que la mayor parte hace es ir a la zona norte, quedarse una noche y al día después ir cara la zona sur caminando (unas tres horas), y tomar el navío de regreso a copacabana desde allá.
Esto hay que planearlo realmente bien, puesto que los horarios de los navíos son limitados.
Por poner un ejemplo, para regresar desde la zona norte de la Isla del Sol hasta copacabana, el último navío es a las 13:30.
La Isla del Sol es indispensable en un viaje por Bolivia.
Allá semeja que se ha detenido el tiempo.
Mientras que estás en una playa de la zona norte puedes ver de qué forma una chica boliviana lava la ropa en el lago, unos pastores llevan a sus bueyes a tomar agua del Titicaca o bien unas cholitas embarcan en su pequeño bote para salir a pescar algo para la cena.
Es muy usual cruzarte con cerdos, ovejas o bien burros por las calles (caminos, mejor dicho), que en conjunto probablemente sean considerablemente más habitantes que las personas de la isla.
Los alojamientos son muy básicos, sin wi-fi, ni desayuno, en ocasiones ni tan siquiera agua caliente, mas sus dueños son muy hospitalarios.
Todo es baratísimo y su gente muy humilde, todos de origen quechua y aymara, los pueblos indígenas de Bolivia, y entran ganas de gastar en todas y cada una de las tiendas para echarles una mano.
Y es que, a pesar de que la isla es muy visitada, semeja que el dinero no afecta a la población.
ATRACTIVOS
Lago Titikaka, Bahía de copacabana, Basílica y Suplicio de copacabana, Isla del Sol, Isla de la Luna, Sahuiña y sitios arqueológicos de diferente clase.