Un Poco Mas Sobre Etiopía
De Etiopía tenemos la imagen mediatizada de un país en el que pequeños con vientres hinchados se mueren de apetito, de una absurda guerra con Eritrea, o bien un enorme desierto.
O bien no recordamos nada, por el hecho de que hace cierto tiempo que el lado más obscuro del quinto país más pobre del planeta no aparece en los telediarios.
No deseo mentir a absolutamente nadie, viajar por Etiopía no es moco de pavo, es un país muy pobre, con una deficiente red viaria.
Donde las cosas más elementales para un europeo son bastante difíciles de lograr, cuando no imposible.
Las necesidades sanitarias no están cubiertas ni de broma, y un enorme porcentaje de la población nunca va a acceder a una escolarización conveniente.
Etiopía es el único país de África así como Egipto, que tiene un pasado histórico milenario.
Probablemente es preciso viajar allá para descubrir que Etiopía es, afortunadamente, mucho mas que todo eso.
Un país con tradiciones ancestrales que nunca fueron adulteradas por ninguna colonización (si bien Italia los invadió a lo largo de cuatro años, solo dejó la pasta y el “chiao”).
Etiopía es el segundo país cristiano más viejo de la historia, el primero fue Armenia.
Etiopía tiene castillos en la mitad de África, iglesias excavadas en roca de prácticamente mil años de antigüedad, es el país de África con más cabezas de ganado y el cuarto productor del planeta de miel, es sitio de nacimiento del Nilo Azul y el sur abarca una riqueza étnica bastante difícil de hallar en otra una parte del planeta.
Hay que viajar a Etiopía y descubrir la afabilidad de sus gentes, su alegría pese a cuanta miseria pueda haber a su alrededor, sus ganas de relacionarse con los extranjeros, su esplendidez en muchas ocasiones exagerada.
Su comida de la que vas a poder gozar hasta reventar, o bien de sus tormentas cada día en temporada de lluvias.
Mas sobretodo hay que ir, por el hecho de que vas a traer considerablemente más de lo que te llevaste…
Etiopía es un país que no te va a dejar indiferente.
En mi cabeza y retina siempre y en toda circunstancia he imaginado un país con pequeños anémicos, campos secos, desiertos y rebosantes sequías.
Puesto que graso fallo el mío, puesto que se trata de uno de los países más ricos, culturalmente hablando, y atractivos del planeta.
Del mismo modo toda la zona centro-sur es un edén, cuando cierras los ojos crees estar en cualquier país tropical centroamericano o bien asiático.
El norte es considerablemente más plano, acá se cultiva hasta el último centímetro de tierra y ya la parte nordeste es plenamente yerma.
Es acá donde se halla la increíble Depresión del Danakil.
Sus gentes son afables, agradables y simpáticas, que en general jamás solicitan nada a cambio.
Mas ojo con aquellos que se relacionan con el turista, son inteligentes hasta más no poder con el dinero, no tienen otra palabra que:
Birr, Birr, Birr….., desean dinero hasta por el mero hecho de respirar y creo que esto les puede causar un arduo problema con el turismo.
Los costes día tras día que pasa se multiplican por 2 y lo peor es que no tienen fin.
Abonar por ver un poblado, por entrar en el desierto, por dormir en el suelo a la luz de la luna, por un sitio donde te sientas a reposar, por, por, por, por todo.
Lo peor es que o bien accedes a sus propuestas o bien estás jodido, puesto que si no pasas por el aro te deberás regresar a casa, no hay más opciones.
Mas bueno, olvidemos esto y vayamos a el alimento.
¿Como es su Comida?
El alimento cuando menos para mí, es buenísima.
Se fundamenta esencialmente en carne y vegetales, como es lógico que tienes buenísimas patatas, huevos, sopas y buenísimos guisos.
Y ¿que comen ?, pués bien su base de nutrición por excelencia es la INJERA.
Es como una crêpe que se hace con harina fermentada de teff, un cereal local sin gluten.
Se usa como plato donde se ponen los comestibles como pollo en salsa, puré espeso de lentejas, de garbanzos y guisos múltiples.
Entonces se pellizcan pedazos y lo usan como como cuchase para coger el alimento puesta encima.
Lo cierto es que a mis colegas de viaje no les iba mucho, mas a mí no me enfadó y la comía algunas veces.
A ver si se dan una vuelta.