El tradicional barrio de Uchumayo, además de contar con numerosos atractivos turísticos, como su interior, pretroglifos preincaicos, escenas de batalla de la época republicana, también cuenta con atractivos interesantes vinculados a las leyendas y tradiciones del barrio, como la Fabrica Textil La Unión.
La fábrica textil, que ocupa una superficie de más de 50 mil metros cuadrados
Fue fundada en 1897 por un empresario español y se ha convertido en una de las redes industriales más importantes de la industria textil del país.
Con un tiempo de funcionamiento de casi un siglo.
Fue Miguel Forga Barnack, un próspero hombre de negocios de Cataluña, España, quien lo construyó en un esfuerzo por expandir su imperio de la lana.
Tenía empresas en España que hacían tocuyo con algodón de Camaná.
Además, suministró tejidos a empresas de confección en su país de origen.
Su visión empresarial lo impulsó a aprovechar la calidad del algodón sembrado en el sur de Perú.
En el pasado, en todos los valles de Arequipa (Camaná, Majes, Tambo) solo se plantaban árboles frutales, se sacaban productos de panadería, pero sobre todo algodón.
El algodón se cambió por arroz, el producto más rentable para los agricultores.
Y por ser cultivado en el agua terminó diezmando los frutos de los valles del sur
Muy apreciados en las mesas más exigentes del país.
Procesó principalmente ropa de algodón, en una escala tan grande que no pudo obtener todo el algodón del sur de Perú.
Por ello, tuvo que aliarse con otras empresas para utilizar algodón del norte de Perú.
Aún dentro de las tradiciones se dice que la familia propietaria de la fábrica, con los ingresos de la producción textil, llegó a construir el emblemático castillo Forga de Mollendo, que a su vez tiene sus propios misterios y leyendas, quizás ligadas a la familia propietaria de una de las fábricas con mayor misterio y leyendas en Arequipa …
Fabrica Textil Abandonada, La Unión, El Huayco – Arequipa.
FÁBRICA
Fábrica Textil La Unión era tan grande como la producción textil.
Los primeros trabajadores fueron ingleses y españoles.
Forga construyó la fábrica, el almacén, un lugar especial para gerentes, administradores e ingenieros que tenía un vestíbulo y una piscina.
Forga Barnack se casó con Juliana Selinger y tuvo dos hijos: José Miguel y Carmen.
José Miguel tenía doce hijos, por lo que con el funcionamiento de la fábrica también se llevaron profesores belgas de Europa para enseñarles.
Uno de los maestros del nieto de Miguel Forga fue el señor Loree.
Uno de los iniciadores de la fundación del equipo de fútbol Victoria del Huayco, el primer equipo de fútbol de Arequipa.
Con el tiempo, se deben construir entornos para los trabajadores y para satisfacer sus necesidades.
Tenían una tienda, una capilla, una sala de teatro donde se proyectaban películas, una comisaría, un puesto médico, una panadería, una carnicería, una picantería, una cooperativa de crédito y consumo, una guardería para los hijos de los trabajadores, incluso una correo postal donde llegaban cartas y telegramas a los trabajadores, entre otras comodidades.
Se reservó un ambiente especial para que vivieran las mujeres, al que los hombres llamaron “El Palomar”.
Había 20 habitaciones pequeñas para dos mujeres cada una.
Fabrica Textil Abandonada, La Unión, El Huayco – Arequipa.
Gracias a las telas que salieron de El Huayco se confeccionaron las camisetas exclusivas de Van Heusen.
Las más prestigiosas marcas de blue jeans e incluso los uniformes escolares.
De allí surgió Polystel de Universal Textile, la tela del famoso pantalón y falda del uniforme escolar que usan los niños y jóvenes en las escuelas públicas y que “se mantuvo joven, incluso con el paso de los años”.
DEBACLE
La regla del telar creada por Forga alcanzó límites inimaginables, no solo en El Huayco y Perú.
Este fue también el caso de España y Bolivia.
La familia construyó, por ejemplo, el famoso castillo Forga en Mollendo.
Allí, Forgas y sus familiares pasaron el verano disfrutando de una maravillosa vista del océano.
Parte de la historia cuenta que Forgas tuvo su primer gran revés cuando en 1950.
Un barco que partía del Callao con una importante cantidad de mercancías se hundió durante el viaje a Europa.
No solo perdieron los bienes; también el barco que era de su propiedad.
A esto se agregó que se adentraron en otras áreas como la fabricación de betún para zapatos (Nugget).
Entre otras empresas que requerían de un mayor apoyo financiero para dar el salto.
García, para impulsar la modernización industrial y militar de algunos empresarios, inyectó dólares subsidiados por el gobierno.
El sindicato recibió dólares del MUC, pero los funcionarios cuya misión era comprar máquinas modernas solo compraron máquinas para otros usos y las enviaron como nuevas.
A esto se agregó que los funcionarios, con el fin de ahorrar costos, decidieron importar algodón ruso para fabricar los tejidos.
“Era imposible trabajar con ese algodón. Hicimos lo imposible, ajustamos máquinas, pero el producto no salió ”, recuerda un ex trabajador.
Allí, la empresa perdió mucho tiempo y dinero.
Como la empresa atravesaba un momento financiero difícil, incluso lleno de deudas de trabajadores, ciertos proveedores y pago de servicios, el panorama fue evaluado por Grupo Brescia, accionista de La Unión.
Los brescianos quisieron presentar un nuevo director general de La Unión en sustitución de Ésar Moore, pero este último no aceptó.
Los breskianos pidieron la devolución de sus acciones en efectivo financiero y Moore, herido en su autoestima, aceptó.
Sin algodón para procesar y con máquinas que no se podían calibrar adecuadamente para optimizar el trabajo de hilatura, la deuda se agravó.
Ya en 1989, Moore comenzó a prescindir de los trabajadores.
Los instó a retirarse a la edad de 55 años.
La fábrica de El Huayco, que contaba con 356 trabajadores, contaba con sólo menos de 80.
Sin Brescia, Moore se puso en contacto con el grupo Picasso, un empresario algodonero de Ica.
Con ellos se compró San Antonio de Tingo y las fábricas del sur comenzaron a fluir nuevamente.
Sin embargo, el nuevo presidente del país, Alberto Fujimori, detuvo la feroz y sofocante inflación con un terrible shock económico.
Y también se llevó dólares MUC con él.
En lugar de invertir en grandes empresas, promovió microempresas.
Fomentó vestimentas como Gamarra de Lima; Abrió las puertas a las importaciones de prendas de vestir chinas que terminaron de hundir a La Unión.
Era imposible hacer frente a esta competencia desleal que, si bien es cierta, beneficia a los consumidores pero destruye a los empresarios y sus negocios.
El sindicato vendió un polo de algodón puro por 12 millones de intis; en Gamarra había un polo sintético en algodón por hasta 3 millones de intis.
Moore no se rindió.
En 1998, durante más de un año, pagó a los trabajadores sin hacer nada.
“No había nada que hacer porque no había algodón y las máquinas no se movían. No pasamos 8 horas dentro de la fábrica, a puerta cerrada y jugando al casino. Y así nos pagaban”, recuerda otro ex empleado de El Huayco.
Finalmente, el imperio Forga no llegó al año 2000 y luego de completar un cambio de siglo, cerró.
Se había arruinado.
Comienza una serie de leyendas y misterios sobre la Fábrica Textil La Unión y la zona de Huayco.
Fabrica Textil Abandonada, La Unión, El Huayco – Arequipa.
JUNTA DE ACUERDO
Cuando la empresa quebró, se formó una comisión de liquidación.
Las máquinas de la Fábrica Textil La Unión comenzaron a desaparecer.
Los trabajadores exigieron el pago de los pagos de sus servicios y los jubilados también se fueron al frente para reclamar sus derechos.
Los trabajadores “saquearon” los entornos en los que se suponía que debían vivir.
Como no podían pagar a los trabajadores, tomaron la fábrica y la saquearon.
Se llevaron las puertas e incluso los techos de chapa ondulada.
Se cerró la comisaría, la sala de teatro que luego se convirtió en la parroquia de San Miguel Arcángel y protegía a la María Auxiliadora e incluso el puesto médico atendido por el personal de la seguridad social (EsSalud).
Lo real fue la difícil situación por la que atravesaron los propietarios de la fábrica en los últimos años de su operación frente a la dura competencia y las dificultades económicas.
Entonces, algunas leyendas dicen que el dueño se volvió loco y prendió fuego a la fábrica.
Tal vez para que no fuera saqueada y que incluso los trabajadores que estaban adentro murieran.
Debido a esto, se cuentan innumerables leyendas después del cierre de la fábrica.
Dicen que hoy por la noche se escuchan los gritos de los trabajadores adentro y el sonido de las máquinas aún en funcionamiento.
No se confirma, pero el Ministerio de Cultura habría declarado patrimonio cultural la fábrica textil La Unión de El Huayco.
Sería bueno si restauraran lo que los uchumayinos y extranjeros aún pueden atesorar.
Ya que es un importante legado histórico para Uchumayo y Perú.
DATOS
- En un principio, la fábrica de tejidos La Unión de El Huayco producía 3 millones de metros cúbicos de tocuyo al año.
- La avenida que atraviesa toda la fábrica se llama Ésar Moore.
